El concurso de acreedores es un mecanismo legal que permite a las empresas en situación de insolvencia salir de esa situación tan extrema. Pero, por norma general, conlleva una serie de gastos muy elevados y en la mayoría de los casos provoca el cierre definitivo de la empresa tras varios meses, o incluso años, de litigios.
Cuando se necesita una solución urgente que agilice los trámites, existe la posibilidad de acogerse al concurso de acreedores exprés, un procedimiento cuyo objetivo es cubrir a las empresas que se encuentran en una situación tan extrema que no pueden permitirse tramitar un concurso de acreedores por el método ordinario. El fin es el mismo en ambos casos, pero las ventajas de la vía exprés hacen que sea una opción a tener en cuenta, siempre y cuando sea viable acogerse a ella.
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Concurso exprés: una solución más rápida y asequible.
El concurso de acreedores exprés ofrece a las empresas en situación de insolvencia la posibilidad de efectuar la liquidación de la misma de una manera ágil, rápida y menos costosa que de la manera ordinaria. Está especialmente indicado para aquellas empresas que no cuenta con la liquidez necesaria para afrontar sus pagos ni con activos liquidables que se puedan utilizar para ello.
Uno de los problemas que presenta el procedimiento ordinario es que se dilatan bastante en el tiempo. Esto provoca una serie de molestias e inconvenientes tanto para el empresario como para los trabajadores afectados y el resto de acreedores, además de que hace que los gastos derivados del proceso sean mucho mayores en una situación ya de por sí complicada a nivel financiero.

Los principales beneficios del concurso de acreedores exprés.
Si una empresa se encuentra en situación de quiebra o insolvencia de la que no hay marcha atrás, la Ley Concursal obliga a que se acoja a un concurso de acreedores, estableciendo incluso sanciones a los empresarios que no lo hagan.
¿Cuáles son los beneficios del concurso de acreedores exprés frente al procedimiento habitual? Te los contamos.
Menor tiempo para el cierre de la empresa
El concurso de acreedores exprés permite saltarse varias fases del proceso ordinario, con lo que, dependiendo de la situación y la carga de trabajo del tribunal encargado del mismo, la liquidación de la empresa se puede dar en tan solo dos o tres meses, cifra considerablemente inferior al periodo de tiempo que se tendría que esperar en el caso del proceso habitual.
Menores costes para llevar a cabo el proceso
Otro de los principales aspectos del concurso de acreedores exprés es la reducción de los costes. Por ejemplo, no es necesario contratar los servicios de un administrador concursal para que tramite el cese de actividad, lo que supone un ahorro considerable respecto al procedimiento ordinario. Además, el resto de profesionales que intervienen en el proceso cobrarán también menos honorarios en el caso de que se haga por la vía exprés, algo lógico si tenemos en cuenta que se reducen considerablemente los tiempos.
Misma seguridad y garantías
Durante el procedimiento exprés no se tienen que tramitar la fase de calificación, que es la etapa en la que se declara la culpabilidad del concurso de acreedores. Al no tener que celebrarse, el deudor no tiene que afrontar la responsabilidad del mismo, salvo en casos en los que sea demasiado evidente.
Los requisitos para poder acogerse al concurso de acreedores exprés
Dadas todas las ventajas que el concurso de acreedores exprés presenta respecto al procedimiento ordinario, merece la pena acogerse a este siempre que sea posible. Sin embargo, es necesario cumplir con una serie de requisitos para poder hacerlo.
El primero es que la empresa pueda demostrar que no existe masa activa, es decir, que la empresa no dispone de liquidez ni de bienes de los que tirar para hacer frente a los pagos que supone un procedimiento ordinario.
Tampoco se puede contar con activos o bienes con los que hacer frente a la situación a largo plazo, además de tener que presentar una serie de documentos explicativos.
¿Qué documentación se ha de presentar para poder iniciar el concurso de acreedores exprés?
En este punto no existen diferencias entre el procedimiento exprés y el ordinario, ya que en ambos casos se deben presentar una serie de documentos explicativos que justifiquen la situación de la empresa. La documentación a presentar debe estar formada por lo siguiente:
- Memoria explicativa de la trayectoria de la empresa, tanto a nivel económico como jurídico.
- Inventario de bienes y derechos.
- Relación de acreedores.
- Relación de trabajadores en plantilla.
- Cuentas anuales completas de los 3 últimos ejercicios fiscales.
- Memoria justificativa de los cambios producidos en el patrimonio de la empresa.
- Memoria de las operaciones que se han llevado a cabo después de haber presentado las últimas cuentas anuales.
Como en todo procedimiento legal, la presentación de la documentación es un paso fundamental al que se le debe prestar toda la atención posible, ya que, si se producen errores, el tribunal puede rechazar que la empresa se acoja al procedimiento de concurso de acreedores exprés. En ese caso, sería necesario volver a comenzar el proceso de la manera ordinaria, con los consiguientes gastos tanto de tiempo como de dinero que eso conlleva y sin poder beneficiarse de las ventajas de hacerlo de modo exprés.