La morosidad es algo que siempre preocupa a los propietarios de los inmuebles cuando se plantean alquilarlos y que muchas veces supone un impedimento a la hora de decidirse a alquilar una vivienda. Por eso, antes de cerrar un acuerdo desde Islegal te facilitamos una serie de recomendaciones para evitar impagos de alquiler.
El parque de propiedades en alquiler en España alcanza los 2,5 millones de inmuebles de todo tipo, incluyendo viviendas y locales comerciales. Muchos de sus dueños optan por arrendarlos para evitar ocupaciones y, sobre todo, por obtener una rentabilidad. Alquilar es una opción cada vez más demandada, sobre todo entre los jóvenes, dado el elevado precio de compra de las viviendas y la incertidumbre del sector laboral, entre otros factores.
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Soy arrendador de una vivienda, ¿qué puedo hacer para evitar impagos?
Una de las trabas que impiden que algunos propietarios se decidan a arrendar su vivienda es la posibilidad de encontrarse con un impago.
Si te has decidido a poner una vivienda en alquiler, pero temes encontrarte con inquilinos morosos, puedes seguir alguno de esos consejos para evitar tener que enfrentarse con tan desagradable situación, que no solo te puede hacer perder dinero, sino también mucho tiempo.
El contrato es prioritario
Ante todo, y en todos los casos, el alquiler debe quedar cerrado por escrito mediante un contrato. Los acuerdos verbales no son una opción recomendable, ya que quedan demasiados flecos sueltos y tan solo por escrito se pueden incluir todas las cláusulas que se consideren oportunas por ambas partes, además de los requisitos obligatorios que recoge la Ley de Arrendamientos Urbanos. Además, un contrato legal nos blinda ante los posibles daños producidos en la vivienda, no solo ante el impago de las cuotas de alquiler, y supone una garantía de cumplimiento de los derechos tanto del arrendador como del arrendatario.

Cláusula contra la morosidad
Una manera eficaz es incluir una cláusula de morosidad en el contrato de alquiler. Si se produce una situación de impago, se puede alegar incumplimiento de contrato, lo que facilitará los trámites para cancelarlo y poder proceder al desahucio. El hecho de incluir esta cláusula supone un elemento disuasorio para los inquilinos morosos, ya que saben a lo que se pueden enfrentar. Lo más frecuente es que esta cláusula recoja que el impago de una sola mensualidad será motivo de la disolución del contrato.
Seguro de impago de alquiler
Al contratar un seguro de impago de alquiler nos aseguraremos de cobrar la renta si nos encontramos ante un inquilino moroso, independientemente de que hayamos incluido la cláusula de morosidad en el contrato, ya que no son incompatibles.
Certificado de fiabilidad
Algunos propietarios exigen presentar un certificado de fiabilidad expedido por el FIM. Este documento acredita al interesado en alquilar la vivienda como una persona solvente y que no ha tenido problemas previos relativos al pago de alquiler en contratos anteriores.
Fianza de alquiler
El cobro de un mes de fianza es algo obligatorio y recogido por la Ley de Arrendamientos Urbanos en el caso de alquilar una vivienda para uso residencial, mientras que, si se trata de un local comercial, la fianza ha de ser de dos meses. Algunos propietarios también exigen más de un mes de fianza o un aval bancario como medida de protección contra los impagos.
Consulta los ficheros de morosidad
Los ficheros de morosidad son una herramienta que puede resultar de gran ayuda a la hora de saber a quién se le va a alquilar el piso.
Existe una gran variedad de ficheros de morosidad, algunos especialmente indicados para asuntos comerciales o, incluso, para los morosos por orden judicial, como es el caso del Registro de Impagados Judiciales (RIJ). Todos estos ficheros resultan muy útiles para evitar impagos y protegernos de la morosidad. En el caso de los alquileres, tenemos el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM), especializado en este tipo de situaciones. Esta base de datos de morosos se alimenta de los datos que han aportado otros usuarios, por lo que se trata de una herramienta de economía colaborativa en el que todos podemos aportar para evitar los impagos. Cuantos más datos se añadan a la base de datos, más fácil será evitar la morosidad y tener que enfrentarnos a una situación de impago por hacer alquilado nuestra vivienda a alguien de dudosa fiabilidad financiera.
La inclusión de los datos de un inquilino moroso en un fichero de morosidad tiene un doble objetivo. Por una parte, se trata de una medida de presión para que esta persona abone los importes pendientes, ya que, de lo contrario, no podrá acceder a otra vivienda en las mismas circunstancias, además de que muchas empresas podrán vetar de contratar sus servicios ni podrá solicitar financiación. Y, por otra parte, resulta muy útil para otros propietarios de viviendas que podrán consultar si sus inquilinos potenciales están incluidos en el fichero y, por lo tanto, evitar alquilarle su vivienda a alguien de dudosa reputación financiera.