Tras la crisis financiera de finales de 2007 se crearon mecanismos legales para que las personas pudieran rehacerse financieramente en caso de haber contraído de buena fe deudas que no pudieran asumir. Ahora, tras la crisis económica iniciada por la pandemia de la covid-19, los procedimientos de cancelación de deuda son más importantes que nuca.
El principal recurso para exonerar deudas contraídas es el mecanismo de segunda oportunidad regulado en el Texto Refundido de la Ley de Concursal (Real Decreto Legislativo 1/2020, de 5 de mayo).
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¿Quién puede acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?
El mecanismo de segunda oportunidad es un derecho al que puede acogerse cualquier persona, sea empresario o no, que cumpla unos ciertos requisitos. El principal es que se encuentre en una situación de insolvencia actual o inminente y no pueda hacer frente a sus pagos ordinarios.
El procedimiento es complejo desde el punto de vista de la recopilación de documentación, pero si se cumple con los requisitos, las garantías de éxito son absolutas y los índices de perdón de la deuda prácticamente rondan el 100%.
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Fase extrajudicial y judicial de la Ley de Segunda Oportunidad
Al ser un procedimiento que se divide en una fase extrajudicial -a través de lo que se conoce como acuerdo extrajudicial de pagos- y la fase judicial -a través del concurso de acreedores-, es necesario la intervención de un abogado especializado en la materia para poder llevar el proceso a cabo con todas las garantías y maximizar las posibilidades de éxito. Los despachos de abogados especializados en la Ley de Segunda Oportunidad suelen cobrar cuotas mensuales para poder adecuarse a la situación personal del deudor.
Beneficios de la Ley de Segunda Oporunidad
Una vez iniciado el procedimiento, se puede comprobar rápidamente los beneficios del mismo, dado que los acreedores ya no podrán iniciar ejecuciones, las existentes quedan suspendidas, se deben levantar los embargos de nómina si los hubiera y los intereses y comisiones por impago dejan de multiplicarse. También se produce algo muy beneficioso para la persona que se acoge a la segunda oportunidad y es que, a la que se comunica a los acreedores que se ha iniciado este procedimiento, deben dejar de contactar al deudor por teléfono.
Si tienes deudas a las que no puedes hacer frente, no dudes en acogerte a tu derecho a la segunda oportunidad.
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